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jueves, 9 de febrero de 2017

PALACIO DE CARLOS V











PALACIO DE CARLOS V (GRANADA)-
El Palacio de Carlos V de Granada es una construcción renacentista situada en la colina de la Alhambra. Desde 1958, es sede del Museo de Bellas Artes de Granada.
Fue mandado construir por el rey Carlos I (emperador del Sacro Imperio Romano Germánico con el nombre de Carlos V) a partir de su boda con Isabel de Portugal, celebrada en Sevilla, en 1526. Tras el enlace, la pareja estuvo viviendo varios meses en la Alhambra, quedando profundamente impresionado por el palacio, dejando encargada la construcción del nuevo palacio con la intención de establecer su residencia en la Alhambra granadina.
Ya los Reyes Católicos habían habilitado salas después de 1492, pero la intención de Carlos era la de dotarse de una residencia estable a la medida de un emperador. El proyecto fue asignado a Pedro Machuca. En una España en la que el estilo imperante era el Plateresco, y que no se había despegado totalmente del Gótico, Machuca construyó un palacio que corresponde estilísticamente al Manierismo, estilo que estaba dando sus primeros pasos en Italia. Aún aceptando las versiones que sitúan a Machuca en los talleres de Miguel Ángel, cuando comienzan las obras del Palacio en 1527 éste no había realizado todavía lo más representativo de su producción arquitectónica.

miércoles, 1 de febrero de 2017

martes, 8 de marzo de 2011

LA MONARQUIA AUTORITARIA

ENRIQUE VIII

Enrique VIII llegó al trono gracias a la mala salud de su hermano mayor, Arturo. Una vez muerto éste, Enrique recibió el título de Príncipe de Gales que ostentan todos los herederos al trono inglés y se casó con la viuda de Arturo, Catalina de Aragón. Enrique VIII fue un monarca enérgico, autoritario y aficionado tanto a la música y la cultura como a las fiestas, la caza y las diversiones. Aunque en su juventud era descrito como un joven muy apuesto, durante sus últimos años sufrió las consecuencias de sus excesos gastronómicos, padeciendo grandes dolores por la gota y heridas en la piernas que no curaban bien. Además, su mala alimentación le provocó obesidad, varices y escorbuto.


Enrique era hijo de Enrique VII Tudor, perteneciente a una rama secundaria de la casa de Lancaster, y de Isabel de York. Esta alianza matrimonial supuso el fin de la guerra de las Dos Rosas, la rosa roja que representaba a los Lancaster y la rosa blanca de los York. Para simbolizar esta unión, ambas rosas pasaron a formar parte de la heráldica de los Tudor en forma de una rosa con una corola de pétalos rojos y otra interior de color blanco.
Enrique fortaleció el poder de la monarquía, pero la sucesión se convirtió en un verdadero problema para él. De todos los hijos que tuvo con Catalina sólo sobrevivió María, lo que supondría, muy probablemente, el final de la dinastía Tudor. Por este motivo, cuando Catalina ya no puede tener más hijos decide anular su matrimonio y casarse con una mujer más joven que pueda darle el ansiado hijo varón, como ya sabéis.

Para poder casarse de nuevo, Enrique decide romper relaciones con el Pontífice y convertirse en la suprema autoridad de la Iglesia Anglicana.
Dicen que el monarca, aficionado a la música, compuso para su nueva esposa una canción, muy conocida en el mundo anglosajón, Greensleves (mangas verdes).
Pero este segundo matrimonio con la noble inglesa Ana Bolena tampoco da lugar al nacimiento del deseado varón. Como su esposa no poseía familiares influyentes en las familias reales europeas, el rey no duda en juzgarla y ejecutarla para casarse después con Juana Seymour, con la que consigue engendrar un hijo, el futuro Eduardo VI. Pero la pobre Jane muere poco después del parto, por lo que su viudo puede casarse otras veces más, esta vez movido por intereses políticos y personales. Con Ana de Cleves se casó para establecer una alianza con los protestantes. Como no le agradaba su esposa (parece ser que el retrato que Hans Holbein pintó de ella antes del enlace estaba hecho con mucha buena voluntad ¡y mucho "photoshop"!), disolvió su matrimonio (ella no se opuso ¡cómo hacerlo después de lo que había pasado con Catalina y con Ana Bolena!), para casarse con la joven Catalina Howard, a la que terminó por juzgar y ejecutar. Sus últimos años los pasó con su última mujer, Catalina Parr, la única de las seis que le sobrevivió.
Retrato de familia de Enrique VIII. En él aparecen, en el centro, el rey acompañado de una de sus esposas, Jane Seymour, y el hijo que tuvo con ella, Eduardo. A la izquierda se sitúa la princesa María, hija de Catalina de Aragón, y a la derecha la princesa Isabel, hija de Ana Bolena. De esta manera en el cuadro están presentes cuatro de los cinco reyes que componen la dinastía Tudor: Enrique VIII; Eduardo VI; María Tudor e Isabel I.





Hoy, 8 de Marzo, celebramos el día de la Mujer Trabajadora, relacionado con el tema que estamos tratando os dejo una breve reseña sobre una mujer de esa época.


Beatriz Galindo, llamada «la Latina» fue una escritora y humanista española, preceptora de la reina Isabel la Católica y sus hijos. Fue una de las mujeres más cultas de su época. Hay autores que fechan su nacimiento en 1464 ó 1474.

Beatriz Galindo (Salamanca, c. 1465 – Madrid, 23 de noviembre de 1534), nació en una familia de hidalgos de origen zamorano. De entre sus hermanas, fue elegida para ser monja, para lo que sus padres decidieron que tomase clases de Gramática en una de las instituciones dependientes de la Universidad de Salamanca. Mostró grandes dotes para el latín, no sólo en la traducción y lectura de los textos clásicos, sino que también era capaz, a los quince años, de hablar con gran corrección en esta lengua. Se cree que fue alumna del gran Elio Antonio de Nebrija y que llegó a impartir clases en la Universidad de Salamanca. Su fama se extendió primero por la universitaria Salamanca y después por todo el reino y empezó a ser conocida como «La Latina». En 1486, cuando se estaba preparando para ingresar en el convento como monja, fue llamada por la reina Isabel la Católica a la Corte, nombrándola camarera personal de la reina y ocupándose de enseñar latín a las infantas Isabel, Juana, María y Catalina.


Su presencia en la Corte no se limitó únicamente a sus labores como preceptora de latín, sino que la monarca también apreciaba mucho sus consejos.

En 1491 contrajo matrimonio con el capitán artillero y consejero de los Reyes Católicos Francisco Ramírez de Madrid, boda para la que los Reyes Católicos le dieron una cuantiosa dote. Tuvo dos hijos, Fernán y Nuflo. Enviudó en 1501, retirándose de la corte y asentándose su residencia en Madrid, el que hoy es el Palacio de Viana.

Se le debe la fundación del Hospital de la Concepción en 1499, conocido como Hospital de la Latina y que terminaría por dar nombre al barrio madrileño en el que se encontraba y también de casas para la educación de niñas pobres que ella misma dirigió. Se le atribuyen poesías latinas y unos Comentarios a Aristóteles, aunque también había estudiado teología y medicina.



Monumento a Beatriz Galindo en el barrio de la Latina, Madrid. Fuente.

Lope de Vega se hizo eco de su virtud, dedicándole estos versos:

“Aquella latina
que apenas nuestra vista determina
si fue mujer o inteligencia pura
docta con hermosura,
y santa en lo difícil de la corte
¡Mas que no hará quien tiene a Dios por norte!”