LUJURIA ES... VENUS - ¿Sabéis por qué el viernes se llama así? Pues significa "dies Veneris", el día de Venus, la diosa que nació de la espuma de las olas del mar y llegó hasta la orilla sobre una venera (una concha). Es la diosa de la belleza y del amor. ¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo? Pues porque Venus no era exactamente la diosa del amor romántico, sino más bien de la atracción física y sexual.. Pero bueno, a lo que vamos, es decir, a Venus. O a Afrodita, que así la llamaban los griegos. La cosa fue que Cronos castró a Urano con una hoz y tiró sus genitales al mar. Y cosas de los dioses, su esperma fecundó las olas y parece ser que “surgía del miembro inmortal una blanca espuma y en medio de ella nació una doncella“. Y por cierto, nació ya mayor e ”infinitamente deseable“. El caso es que, para que no surgieran disputas entre los dioses a causa de su belleza, hubo que buscarle rápidamente un marido, y eligieron a Vulcano, feo y deforme pero con un mal genio suficiente como para ahuyentar a los posibles amantes.
¿Suficiente? Pues no, menuda era Venus. De primer plato, Marte, dios de la guerra, que se dice pronto. Joven, guapo, bien plantao… nada que ver con su pobre marido, que estaba todo el día dale
que te pego a la fragua. Menudo triángulo amoroso, ¿eh? El pobre Vulcano sudaba haciendo la armadura del amante de su mujer. Marte sudaba haciendo feliz a la insaciable Venus. Y Venus… también sudaba y se lo pasaba mejor que nadie. Hasta que…
El Olimpo era un patio de vecinos y todo se sabía antes o después, y claro, cuando Apolo (rechazado por Venus) le fue a Vulcano con el cuento… Menudo cuerpo se le quedaría al pobre, que encima estaba haciendo la armadura de Marte con toda la dedicación del mundo. Pero debió de pensar… “arrieros somos, Marte, y en el camino nos encontraremos“. Y preparó una trampa para que en el momento en que se pusieran a la faena, una red les cayera encima y no pudieran escapar. Imaginaos la escena. Venus diciendo “esto no es lo que parece, Vulcano, hijo, que eres un dramático, de verdad te lo digo“, Marte sin saber dónde meterse, y Vulcano que llama a todos los dioses del Olimpo para que vengan a ver el espectáculo. . Eso sí, ¿creéis que Venus escarmentó con aquello? Pues no, pero es que hay que ponerse en el lugar de la pobre, Vulcano era poco dios para ella, y claro…
Texto seleccionado de gozaARTE.
¿Suficiente? Pues no, menuda era Venus. De primer plato, Marte, dios de la guerra, que se dice pronto. Joven, guapo, bien plantao… nada que ver con su pobre marido, que estaba todo el día dale
que te pego a la fragua. Menudo triángulo amoroso, ¿eh? El pobre Vulcano sudaba haciendo la armadura del amante de su mujer. Marte sudaba haciendo feliz a la insaciable Venus. Y Venus… también sudaba y se lo pasaba mejor que nadie. Hasta que…
El Olimpo era un patio de vecinos y todo se sabía antes o después, y claro, cuando Apolo (rechazado por Venus) le fue a Vulcano con el cuento… Menudo cuerpo se le quedaría al pobre, que encima estaba haciendo la armadura de Marte con toda la dedicación del mundo. Pero debió de pensar… “arrieros somos, Marte, y en el camino nos encontraremos“. Y preparó una trampa para que en el momento en que se pusieran a la faena, una red les cayera encima y no pudieran escapar. Imaginaos la escena. Venus diciendo “esto no es lo que parece, Vulcano, hijo, que eres un dramático, de verdad te lo digo“, Marte sin saber dónde meterse, y Vulcano que llama a todos los dioses del Olimpo para que vengan a ver el espectáculo. . Eso sí, ¿creéis que Venus escarmentó con aquello? Pues no, pero es que hay que ponerse en el lugar de la pobre, Vulcano era poco dios para ella, y claro…
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